La BBC y los nuevos media

BBC y los nuevos media
por Belén García de Pablos

 

Trabajo realizado para la asignatura «Los Media en la Sociedad de la Información» de la Universitat Oberta de Catalunya
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Resumen

Desde la popularización de Internet se empezó a hablar de la «muerte de la televisión» pero como pudimos comprobar recientemente con el final de «Lost» esto no ha ocurrido. Para ello, las televisiones se han adaptado de diversos modos: cambiando contenidos y adaptándose al nuevo medio. En este trabajo me centraré principalmente en el caso de la BBC —una cadena de televisión con unas características muy especiales—, y de qué pasos ha seguido para ofrecer sus servicios al público, principalmente a través de la web.

Palabras clave: BBC, transmedia storytelling, BBC online, television on demand

Índice de contenido

1. Introducción

2. La BBC

3. Contar historias en transmedia

4. BBC online

5. Contenido

6. Conclusión

7. Referencias

1.Introducción

La proliferación de Internet, provocó que durante la pasada década algunos teóricos se preguntaran sobre la posible muerte de la televisión, al empezar a competir con la red o con otras tecnologías como las consolas de videojuegos, pero como podemos comprobar la televisión no sólo no ha muerto sino que sigue moviendo masas.

Hay quien considera incluso que la televisión crea productos mejores y de más calidad que el cine (Caldwell, 2005) y que industria cinematográfica funciona como algo adicional a la televisión y los medios digitales y no al revés como muchas veces se nos intenta hacer pensar. Nunca las series habían tenido tanta importancia como en la actualidad y directores “de prestigio” (Spielberg, Tarantino, etc.) han realizado trabajos para este medio. Esto es debido a que las cadenas de televisión tienen que realizar múltiples series para cubrir todo el espacio de la programación diaria mientras que los estudios cinematográficos sólo hacen una media de 15 películas al año. Es por ello que la televisión se convierte en un laboratorio de pruebas y contenidos mucho más dinámico que la industria del cine y que permite contar historias más largas durante varios episodios1.

En la cultura de la convergencia en la que estamos envueltos (Jenkins, 2004) los consumidores tienen un papel cada vez más activo (audiencia activa) y quieren tener cada vez más relación con los productos que les gustan. Así, no sólo quieren ver su programa favorito cuando la cadena de televisión considera que es más adecuado a sus propias necesidades, sino que la audiencia quiere saber todo sobre su serie favorita y además la posibilidad de poder verlo en el momento que más les apetece. Esto último ya comenzó con los grabadores de vídeo en los 80 y se ha desarrollado cada vez más con la ayuda de Internet, la televisión a la carta, etc. Además, cada vez más existe una demanda de productos relacionados con la televisión y el cine: libros, juegos, aplicaciones para el móvil… Esto permite que se creen contenidos exclusivamente para estas plataformas en los que, a veces, se explora el mundo original más allá de lo ofrecido en el medio original.

2. La BBC

Así, la televisión se ha tenido que ir adaptando a estas nuevas reglas del juego. En este caso nos centraremos en cómo la BBC (British Broadcasting) lo ha realizado. En primer lugar vamos a introducir un poco de historia de la BBC para ver posteriormente cómo ha ido adaptándose (o, en algunos casos, adelantándose) a las nuevas reglas del juego de la industria audiovisual.

La BBC fue fundada a principios del siglo XX, en 1922, y en aquel entonces se dedicada exclusivamente a servicios de radio. En 1932 comenzó a retransmitir fuera de Reino Unido (en aquel entonces todavía existía el Imperio Británico y el servicio se consideraba que era para todos los súbditos del Imperio). En ese mismo año comienzan, de modo experimental, las emisiones de televisión y a partir de 1936 se empezaron a realizar programas de televisión de modo regular (aunque la Segunda Guerra Mundial las interrumpió entre 1939 y 1946).

El medio principal de financianciación de la BBC es un canon que se denomina licencia de televisión (fee). Tal licencia se requiere para utilizar un receptor de televisión dentro del Reino Unido. El coste de una licencia de la televisión está fijado por el gobierno y se hace cumplir a través del derecho penal. O dicho de otra manera: la financiación de la BBC proviene del impuesto que todo dueño de un aparato de televisión debe pagar en el Reino Unido y cuyo valor es aproximadamente de 11 libras al mes. Existen descuentos para dueños de aparatos de televisión en blanco y negro y para aquellos afectados de alguna minusvalía.

Una licencia similar fue usada para las radios, pero fue suprimida en 1971. Estas licencias eran publicadas y gestionadas originalmente por la Oficina General de Correos (GPO), que era entonces el regulador de comunicaciones públicas dentro del Reino Unido. En la actualidad existe una agencia dependiente del gobierno que gestiona la recaudación de este canon.

La existencia de este canon es muy importante ya que, como veremos a continuación, en la BBC es muy importante el concepto de «servicio público» hacia todos los ciudadanos que pagan el canon, ya que todas las actividades de esta cadena van destinadas a hacer valer el dinero de estos usuarios.

El camino hasta los servicios que presta en la actualidad estuvo, para la BBC, lleno de estudios y de experimentos, en los que se mezcla el «transmedia storytelling» con el servicio público y el copyright de los productos emitidos.

3. Contar historias en transmedia

Uno de los principales modos que han utilizados las cadenas de televisión para «sobrevivir» en la era de Internet ha sido la utilización de la web para que la audiencia interesada en conocer más sobre una franquicia (televisión, cine) pudiese interactuar con la misma. Así Hollywood creó páginas interactivas de «Inteligencia Artificial», «Matrix», mientras las cadenas de televisión hacían lo propio con «Lost».

No se trata de meros sitios web en los que hay información sobre la película o la serie y unos trailers, sino que se pueden encontrar verdaderas historias paralelas sobre el mundo desarrollado en pantalla, que muchas veces se enriquecen entre sí, o son juegos interactivos que permiten al usuario una nueva experiencia dentro del mundo que disfurta en la televisión o el cine. La trilogía cinematográfica de «Matrix» da cabida entre la segunda y la tercera película a un juego de ordenador que «rellena» el vacío temporal entre ambas, además de a los cortos de animación creados paralelamente a la saga.

Las características del «transmedia storytelling» es que cada uno de ellos debe ser distintivo y finito en sí mismo, además debe tener un valor añadido propio que haga que el público quiera buscarlo y consumirlo (Jenkins, 2006).

La experiencia de seguir el programa favorito de TV ha cambiado para muchos espectadores. Se crean estructuras en múltiples media para permitir una interacción inmersiva y participativa con el programa y que invita a contribuir de modo activo, no sólo a los fans (que llevan haciéndolo durante décadas2) sino a través de una experiencia mayoritaria (Brooker, 2001).

De hecho, es importante que el medio original (película, serie…) se mantenga dirigido a una audiencia mayoritaria, ya que si se dirige exclusivamente a los fans3, se corre el peligro de que las referencias sean demasiado oscuras para el público en general. Esto provocaría que la mayor parte de la audiencia, cansada de no entender lo que está pasando, abandone el programa, provocando una caída de audiencia y una cancelación del mismo (Newman, 2005).

La BBC no es nueva al modo de contar historias de un modo transmedia. De hecho, en 1964 publicó una agenda con comics e historias sobre «Doctor Who4«, y desde 1965 no se han parado de editar libros sobre esta serie (desde spin-offs sobre los Daleks5 hasta las más adultas novelas publicadas por Virgin Publishing6). Además, desde sus orígenes son habituales las emisiones de teatro radiofónico («audio dramas») ya sea basados en novelas, series de TV, etc e incluso, a finales de junio ofrecerá la descarga de un juego de ordenador (también de «Doctor Who») a través de su web. Así, la historia de la BBC en transmedia storytelling no es nueva, sino que simplemente ha sumado un medio más a los que antes tenía a su disposición.

Lo que sí que es distintivo de la BBC es que, mientras que otras emisoras/productoras/etc quieren que los seguidores de una de sus creaciones compren el mayor número de productos de una saga (algunas escenas de la tercera parte de Matrix se entienden mejor si se ha jugado el juego), la línea editorial de la BBC insiste en que no sea necesario comprar un libro o bajar un episodio de audio de la página web para entender lo que ocurre semanalmente en las series emitidas en televisión. La BBC se considera un servicio público hacia aquellos espectadores que pagan el canon (televisivo) por ello, si obligasen al telespectador a consumir otro tipo de media distinto a los episodios televisivos, la cadena considera que está rompiendo un contrato con su audiencia (Davies, 2005).

Como veremos más adelante, este «contrato» no frena la producción transmedia, y consigue mantener a gran parte de la audiencia contenta.

4. BBC online

BBC Online (posteriormente llamada BBCi y luego simplemente bbc.co.uk) dedicó considerables esfuerzos a los servicios que proporcionaría a los internautas y en especial a los seguidores de sus productos televisivos. En 2001 se comenzaron a realizar cambios en la página web para transformarla de un medio basado en contenidos meramente informativos, a un medio en el que lo que priman son los contenidos.

Una de las principales características de la audiencia activa es que, en la actualidad, el usuario quiere decidir cuándo ve los productos televisivos en vez de dejar que sea la cadena de televisión la que decida por él. Esto no es un fenómeno creciente (los espectadores ya usaban los vídeos VHS para grabar la programación), pero sí que es un fenómeno que se ha incrementado recientemente. Es por esto que las cadenas de televisión están ofreciendo sus contenidos cada vez más por Internet, ya sea a través no sólo de su propia página web sino también de Youtube7.

BBC on-demand

El BBC Trust (fundación) es el cuerpo que gobierna la BBC. Trabaja al margen de la dirección de la BBC y de sus organismos afines y tiene como objetivo actuar según los intereses de los contribuyentes que pagan la licencia. El Trust fue creado en 2007, y junto con la Junta Directiva sustituyó a la Administración anterior (Board of Governors). Aunque inicialmente pudo tener connotaciones políticas puesto que fue creado por el Partido Laborista en 2007, ninguno de los dos principales partidos británicos apoya al BBC Trust8, por lo que se espera que sea sustituido por una Fundación Independiente de las personas que pagan el canon.

El Trust es el que decide la estrategia a seguir por la BBC, incluyendo sus prioridades y revisando el trabajo de la Junta Directiva, estas funciones las realiza teniendo en cuenta el interés público, concretamente el de aquellas personas que pagan el canon.

La Administración (luego el BBC Trust) de la BBC comenzó en 2005 una serie de pruebas para imponer un sistema de televisión a la carta (BBC on-demand). En abril de 2007 publicaron los resultados (Barucha, 2007). En las conclusiones de las pruebas de Servicio Público el BBC Trust apoyaba las propuestas de contenidos de audio y vídeo a la carta. Es curioso destacar que, pese a que el servicio prestado por la web ya incluía servicios transmedia, el informe se centra exclusivamente en el traslado de programas existentes a Internet.

Los principales elementos de la propuesta eran9:

  • La reproducción, durante los siete días siguientes de su emisión, de los programas de televisión por Internet.

  • La reproducción, durante los siete días siguientes de su emisión, de los programas de la televisión por cable.

  • Reproducción en directo de la televisión por Internet.

  • No inclusión de DRM (Digital Rights Management10) en las descargas de audio de Internet (podcasts).

Televisión por internet: El 84% de las respuestas obtenidas (entres los usuarios que pagan canon) estaban a favor de un “archivo de series” (series stacking) accesible desde Internet y cable. Esto permitiría al público “ponerse al día” de las series mientras estaban en antena, y no sólo durante los siete días siguientes a su emisión. Actualmente las series se pueden seguir desde Reino Unido11 durante la total duración de las mismas.

No-DRM en las descargas de audio: Gran parte de las respuestas obtenidas por el BBC Trust se oponían a la aplicación del DRM. El principal argumento era que los usuarios de la BBC ya habían pagado por la licencia y por lo tanto era suyo (lo habían adquirido), de este modo, deberían tener un acceso sin restricciones al mismo, incluyendo el derecho de copia y modificación. Por otro lado, la industria no se opuso literalmente, principalmente porque en sus respuestas daban por hecho que el contenido llevaría DRM y lo consideraban esencial.

El BBC Trust reconocía que los usuarios que habían pagado el canon deberían tener derecho a un acceso ilimitado a los contenidos y con la tecnología existente se podía proporcionar un mayor valor añadido al público, pero el problema es que la BBC no es libre de distribuir contenido de un modo libre cuando están en juego los derechos (de autor) de terceras partes. Es por eso, que en un primer momento se decidió permitir el libre acceso únicamente a programas de audio (que eran producción propia) pero excluyendo la lectura de libros y las emisiones de música clásica.

iPlayer: En las conclusiones el BBC Trust se define que el iPlayer12 no es un servicio en sí mismo, sino un interfaz que permite el acceso al cierto contenido. En aquel momento se estaba discutiendo que tipo de reproductor debería ser (si debía estar asociado con Windows Media Player, qué tipo de restricciones debía tener…).

De este modo, la BBC empezaba a esquematizar unas líneas de acción en las que basar su estrategia online.

Pero si el informe del BBC Trust se centraba principalmente en temas técnicos y de derechos, pero no en estrategias digamos comerciales, los informes13 de la BBC sí que parecen ser más conscientes de la necesidad de conseguir agradar al público. En el BBC Annual Report de 2005 (año en que se empezaba a probar el iPlayer y se empieza a estudiar la BBC on-demand):

En este informe anual se explica que el futuro de las emisiones televisivas se centra en la televisión «a la carta»: el facilitar a la audiencia programas y otros materiales cuando, dónde y como ellos quieran, normalmente con un elemento interactivo. Durante 2005 se realizaron pruebas del iPlayer, así como pruebas para proporcionar material para equipos como teléfonos móviles y PDA. La web bbc.co.uk ha realizado progresos para reformarse para alcanzar los objetivos marcados de servicio público (BBC Annual Report 2005).

Este informe es, claramente, una apuesta no sólo por la televisión «a la carta» sino por dotar a la audiencia de unos contenidos transmedia que puedan disfrutar en distintas plataformas, aunque no se define claramente cómo se va a interactuar con el texto original14.

5. Contenidos

Además de lo mencionado en el informe del BBC Trust, a través de la web de la BBC se puede acceder a otro tipo de contenidos creados especialmente para este medio. Los habituales son los trailers, fondos de pantalla, tonos de móviles, etc, pero también encontramos contenidos que exploran la relación con el consumidor: durante la emisión de la primera temporada de la serie «Torchwood15«, se creo un sitio web imitando el ordenador central de este grupo en el que sus miembros se escribían correos electrónicos o comentaban las últimas noticias (en relación con el caso que estaban investigando) para que todos los fans pudiesen tener información adicional sobre lo que estaba ocurriendo en sus pantallas de televisión. Otros sitios disponen de juegos como el de la serie «Merlin» o BBCbabies que tiene cuentos, canciones y juegos para los más pequeños.

El primer experimento comenzó en julio de 2001, cuando se produjo la primera serie para retransmitir en la web. Se trataba de una emisión de teatro radiofónico, inicialmente destinado para BBC4, al que se le añadieron unas ilustraciones con una animación rudimentaria. El episodio, titulado «Death Comes to Time«, pertenecía a la franquicia de «Doctor Who» y fue considerado un éxito al que siguieron dos emisiones más en los dos años siguientes (Perryman, 2008). El cuarto webcast fue distinto: se realizó específicamente para ser emitido por Internet y la animación fue realizada por una empresa de renombre; de este modo se reconocían implícitamente las posibilidades del medio y la importancia de ofrecer un producto de calidad en el mismo.

Pero estos contenidos no han creado únicamente pensando en la web, sino que también se han creado material para ser visto a través de teléfonos móviles16 (aunque se podía descargar libremente a través de Internet). En 2006 ya se empezó a experimentar con este formato (que ya había sido presentado con la serie estadounidense «24»). Pero estos productos no tuvieron éxito en la plataforma de móviles (Bukley, 2006), probablemente debido al elevado coste de las descargas de móviles y a la poca compatibilidad con los distintos modelos de móviles.

En la actualidad, las páginas de los principales programas y series de la BBC tienen, además de fondos de pantalla e información sobre los personajes que en ellos aparecen, tonos para móviles, contenidos extra (en la web dedicada a la serie «Merlin» el protagonista enseña trucos de magia a los niños), juegos interactivos, las webs infantiles ofrecen la posibilidad de descargar dibujos para colorear, recortables…

Tanta es la importancia que se le están dando en Reino Unido a este tipo de contenidos y webs interactivas que los BAFTAS televisivos17 premian la mejor web.

5. Conclusión

Como hemos visto la BBC tiene una historia de contar historias transmedia, por eso no es de extrañar que dedicasen grandes esfuerzos a conseguir añadir contenidos interesantes para el público en su página web, pero la particular idiosincrasia de la BBC ha hecho que ponga por delante el «servicio público» frente a las ganancias económicas, por ello siempre han tenido muy presentes a los usuarios que pagaban el canon televisivo. Este hecho, ha obligado a que los productos basados en sus programas de televisión tuvieran que mantener un delicado equilibrio entre el servicio público (que los televidentes no necesitasen comprarlos o adquirirlos de algún modo para entender lo emitido en televisión), con el valor añadido que tienen que tener los contenidos transmedia para que el público los busque y quiera acceder a ellos.

Este proceso para contar historias transmedia ha sido largo y ha estado basado en casos de prueba y error (como en el caso de las series para móviles), pero no sólo ha permitido a la BBC mantener su línea editorial con éxito mientras que su programación no sufría menoscabo, sino que además conseguía vender su primera serie a Estados Unidos (Holmwood, 2009) desde hace más de 30 años18.

Pese a que la idea de «servicio público» de la BBC puede parecer a primera vista que no es rentable y que se trata de un modo de cerrar las puertas a nuevos ingresos, no es así: la cadena ofrece material transmedia a los fans incondicionales que pueden comprar libros, ver entrevistas, documentales, descargar tonos para el móvil, etc. Pero pese a todo esto, consigue cuidar al espectador «medio» que no va a buscar estos productos pero al que le gusta disfrutar del programa de televisión. En definitiva ofrece un servicio «a la medida» del espectador y permite que éste elija qué es lo que más le interesa de entre todas las posibilidades ofertadas, permitiéndole entender los contenidos «básicos» sin necesidad de acudir a los adicionales. Es un difícil equilibrio que no siempre se consigue, y que la BBC no siempre ha conseguido, pero que no sólo le ha permitido sobrevivir, sino incluso exportar sus productos.

6. Referencias

Barucha, Chitra. “BBC on-demand proposals: Public Value Test final conclusions”. BBC Trust, Abril 2007. Disponible en línea (acceso 17 de mayo de 2010), http://www.bbc.co.uk/bbctrust/assets/files/pdf/consult/decisions/on_demand/decision.pdf.

Bennett, J. ‘Your Window-on-the-World’: The Emergence of Red-Button Interactive Television in the UK. Convergence: The International Journal of Research into New Media Technologies 14, 2008, 161-182. Available from world wide web: .

Brooker, Will. «Living on Dawson’s Creek: Teen Viewers, Cultural Convergence and Television Overflow», The International Journal of Cultural Studies 4(4): 456–72. 2001.

Buckley, Kate. «TARDISode Audience fails to materialise». Guardian Unlimited. 16 de octubre de 2006. Caldwell, JT. «Welcome to the viral future of cinema» Cinema Journal, 45, nº 1. Otoño 2005.

Davies, Russel T. «Production Notes», Doctor Who Magazine, 356 (mayo). 2005. Holmwood, Leigh. «BBC Drama Merlin to Air in the NBC», The Guardian. 2009. Disponible en línea [http://www.guardian.co.uk/media/2009/jun/06/bbc-merlin-nbc-british-us-tv]

Jenkins, Henry. «The Cultural Logic of Media Convergence», International Journal of Cultural Studies, 2004, 7: 33. 2004. Jenkins, Henry. Convergence Culture. Nueva York: New York University Press. 2006 Newman, Kim. TV Classics: Doctor Who. London: BFI Publishing. 2005.

Perryman, N. Doctor Who and the Convergence of Media: A Case Study in `Transmedia Storytelling’. Convergence: The International Journal of Research into New Media Technologies 14, 2008, 21-39.

Siapera, Eugenia. From couch potatoes to cybernauts? The expanding notion of the audience on TV channels’ websites. New Media & Society 6, 2004, 155-172.

7. Notas

1Aún así, los efectos especiales suelen tener menos calidad porque el presupuesto por capítulo de una serie de televisión raramente puede competir con el de una película.

2La gran diferencia es que los fans crean sus propios modos de interacción a traves de historias, videos, mods, juegos de rol… que muchas veces no tienen por qué seguir las directrices o intenciones de los productores, mientras que estas interacciones están guidadas directamente por los productores.

3Esto no quiere decir que no se puedan realizar unas cuantas referencias, que serán reconocidas por los fans habitualmente como un «premio» a su fidelidad, pero que no supondrán ningún tipo de obstáculo para que el espectador medio siga el programa.

4Nos vamos a centrar bastante en esta serie de televisión puesto que, debido a su gran popularidad en Gran Bretaña, ha sido una de las «puntas de lanza» de la BBC a la hora de emplear nuevas tecnologías y de contar historias a través de diversos media.

5Unos de los principales enemigos del Doctor, con aspecto robótico.

6Realmente eran fanfics publicados y legitimados por la BBC ya que, al contrario de sagas como Star Trek o Star Wars, cualquiera podía presentar un libro a Virgin para ser publicado. Hay que destacar aquí que no se trataba de un intento por controlar la producción de los fans, ya que la BBC no persigue este tipo de producciones de los fans.

7La misma BBC tiene su canal propio en Youtube al margen de lo que ofrece en su web (con algunos contenidos restringidos dependiendo del país). Un ejemplo español de esto mismo sería Antena 3.

9También se hablaba de contenidos pertenecientes a las distinas emisoras de radio de la BBC

10Sistema anticopia.

11Aunque el acceso a la web es libre, el iPlayer «localiza» al usuario y no le permite ver los contenidos si no está dentro del país.

14Lo cual es lógico: debido a la diversidad de productos que ofrece la BBC se espera que las directrices para crear contenidos para los mismos se den en otro tipo de estudios y no en el genérico informe anual.

15Se trata de un spin-off de «Doctor Who» en el que un grupo llamado Torchwood se dedica a perseguir a los extraterrestres que llegan a la tierra (normalmente para destruírla).

17Los «oscars» británicos.

18Aunque los EE.UU. habían preferido hacer algún remake de la reciente «Life on Mars», curiosamente no fue la serie de culto «Doctor Who» la comprada (aunque es transmitida por la BBC en Estados Unidos) sino la serie sobre las aventuras sobre un joven «Merlin».

Belén García

He sido Directora de comunicación del Colegio y Asociación de Ingenieros Navales y Directora de la revista Ingeniería Naval. Máster Oficial de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Ingeniera Naval. MBA Executive.

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Belén García
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